La semilla preciosa del evangelio de nuestro Señor Jesucristo, germinó gloriosamente en Guatemala, el 11 de diciembre de 1957, cuando la Iglesia de Dios quedó establecida oficialmente en esta nación centroamericana.
Pregonamos la doctrina de Jesucristo, conforme a la Sagrada Escritura. Es la misma actitud que caracterizó al apóstol Pablo, cuando le escribió a los hermanos en Corintio, según lo comprobamos en 1ª Corintios 15:3-4 “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fue muerto por nuestros pecados conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;”, versículo 2: “Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.”
Es por la doctrina aprendida del Señor a través de su Palabra, que la Iglesia de Dios no acepta actividades que estén basadas en tradiciones de hombres, tales como la navidad, año nuevo, cumpleaños, carnaval, bautizo de niños, comer comidas no aprobadas por la Palabra de Dios, participar en política partidista, fanatismo religioso, y muchas cosas que lejos de alimentar el espíritu hunden al hombre en las cosas de este mundo, enemistándolo con el Creador, aún cuando sus prácticas tengan apariencia de cristiandad.
El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre. Juan 7:38.
