La Señal de los Tres Días y las Tres Noches

Muerte y Resurrección de Jesucristo, la señal de los tres días y las tres noches

Cada año, millones de personas en los cinco continentes, celebran la muerte y resurrección de Jesucristo. La enseñanza es que murió un viernes en la tarde y resucitó un domingo de madrugada. Además la celebración se lleva a cabo con imágenes adornadas representando según esa enseñanza a Jesucristo, apóstoles y a las mujeres que le acompañaban. En Mateo 15:8 dice: “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón lejos está de mi, Mas en vano me honran, Enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.” ¿Es la actual celebración una tradición? Una actividad religiosa es una tradición y mandamiento de hombre, cuando no tiene fundamento en la Palabra de Dios. Para que las celebraciones religiosas sean del agrado de Dios, tienen que estar ajustadas a la doctrina de Jesucristo. Juan 7:38 “el que cree en mi, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre.” Vamos a comprobar que la enseñanza que Jesús murió un viernes y resucitó en domingo no tiene respaldo de la Escritura porque no pasa la prueba de los tres días y las tres noches.

Los fariseos demandaron del Señor una señal. Leamos en Mateo 12:38 “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal” Los  escribas, fariseos, saduceos  mantuvieron un constante acoso contra el Señor, la mayoría fueron incrédulos, y en su afán de hacer quedar mal al Maestro, le piden una señal, quieren que Jesucristo les demuestre con una señal que Él es el Hijo de Dios. Así encontramos también en Mateo 16:1 “Y llegándose los Fariseos y los Saduceos para tentarle, le pedían que les mostrase señal del cielo.”

La Señal del Señor.  El apóstol Pablo dijo en Romanos 15:4 “Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas…” Los hechos antiguos quedaron como enseñanza para nuestros días, y otros fueron tipos y simbolismos de la realidad manifestada en el Señor Jesús. Aquel acontecimiento histórico que sucedió a Jonás, cuando fue enviado a predicar a Nínive y en vez de hacerlo intentó huir en barco, lo que trajo para él una experiencia en el vientre del gran pez, donde estuvo durante tres días y tres noches, fue un simbolismo de la señal que daría el Señor como evidencia que El es el Hijo de Dios. Leamos en Mateo 12:39-40 “y él respondió, y les dijo: La generación mala y adulterina demanda señal; más señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”

Tres días y tres noches.  La señal que el Señor dio a los Fariseos se convirtió en la señal para todo creyente. De los labios del Maestros brotó la señal divina, labios que jamás dijeron mentira. Dice 1ª. Pedro acerca del Señor: “El cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca.” Esa señal ha quedado como una guía para las generaciones de siglo en siglo. Al decir tres días y tres noches, el Señor se refirió a tres períodos completos de 24 horas, día tiene dos acepciones, una es la parte clara de un día, como lo comprobamos en Génesis 1:5 “…Y fue la tarde y la mañana un día”. El día tiene parte clara y parte oscura. A la parte oscura se le llama tarde, y a la parte clara se le llama mañana o día. Cada parte del día tiene doce horas. Leamos en Juan 11: 9 “Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anduviere de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.” En su señal, el Señor claramente dijo que estaría en el corazón de la tierra tres días, refiriéndose a la parte clara, lo que da un total de 36 horas en el corazón de la tierra. Falta hacer el cómputo de la parte de noche.

La noche está dividida en cuatro velas o vigilias. Leamos Marcos 13:35 “Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si a la tarde, o a la media noche, o al canto del gallo, o a la mañana. Cada vela tiene 3 horas, para un total de 12 horas que tiene la parte oscura o noche. Como son tres noches equivale a 36 horas. Ahora podemos hacer el recuento de los tres días y las tres noches, 36 horas de día y 36 horas de noche suma 72 horas.

¿A partir de cuándo se cuentan los tres días y las tres noches? Se hace el recuento a partir de la muerte del Señor. Según la profecía, el Señor moriría a la mitad de la semana. En el libro del profeta Daniel encontramos la profecía de las setenta semanas, en ella describe el profeta que el Señor se ofrecería en sacrificio a la mitad de la semana. La mitad de la semana es exactamente la mitad de la semana número setenta. La mitad de la semana es la mitad literal y profética. Proféticamente la mitad de la semana nos lleva al año 30 de nuestro era. La profecía de las setenta semanas se inicia desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalem. Daniel 9:25. Esta salida de la palabra es el DECRETO QUE DIO ARTAJERJES LONGIMANO, el año 457 A. De C. (Esdras 7:1-26). El Señor moriría a la mitad de la semana profética 70. 69 semanas proféticas equivalen a 483 años. (Se multiplica 69 por 7 y el resultado es 483, que son años, porque se trata de profecía. En la profecía, cada día equivale a un año. Lea números 14:34). A 483 que equivale a 69 semanas, le agregamos 3 años y medio de la mitad de la semana y nos lleva al año 30, fecha en que murió el Señor. (Para una mayor ilustración le recomendamos leer el estudio de las 70 semanas).

Literalmente, la mitad de la semana es el día miércoles. El Señor murió el 14 de nisán, fecha de la pascua que establece Levítico capítulo 23. Ese 14 de Nisán fue miércoles, como lo establecía la profecía, porque miércoles es la mitad de la semana. ¿Cuándo resucitó el Señor? Si contamos del miércoles en la tarde a jueves en la tarde, va un día y una noche, del jueves en la tarde a viernes en la tarde, van dos días y dos noches, del viernes en la tarde a sábado en la tarde, van tres días y tres noches. El Señor resucitó el sábado en la tarde, cuando escrituralmente estaba por iniciarse el domingo o primer día de la semana. No olvidemos que el día inicia en la caída del sol, y no como  lo enseña la iglesia de Roma, que el día termina a media noche, esto es un absurdo a la luz de la Escritura. En Mateo 28:1 leemos: “Y la víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro” Víspera significa fin o principio, en este caso es el fin de sábado porque está por iniciarse el primer día. O sea el sábado en la tarde, casi poniéndose el sol. (Recomendamos solicitar el estudio Muerte y Resurrección de Jesucristo). ¿Que pasó cuando estaba finalizando el sábado y cuando proféticamente se cumplía la señal de los tres días y las tres noches? El Señor ya estaba resucitado. Leamos mateo 28:5 “Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No temáis  vosotras;  porque yo sé que buscáis a Jesús, que fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como dijo: Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.” Se dá cuenta estimado lector, el Señor ya había resucitado, las mujeres llegaron al sepulcro cuando el sábado estaba finalizando, en ese momento hubo un gran terremoto, fue cuando el Señor resucitó.

¿La enseñanza tradicional pasa la prueba de los tres días y las tres noches? NO, no, jamás pasará la prueba la enseñanza de la Iglesia de Roma aceptada por sus hijas las sectas. ¿Porque? Porque contradice la señal del Señor en su Palabra. La enseñanza seudocristiana dice que el Señor murió el viernes en la tarde, a sábado en la tarde va un día y una noche, a domingo en la madrugada apenas llega a casi dos noches y un día. El profeta Isaías dice que “!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”

El apóstol Pablo enseñó la señal de los tres días y las tres noches.  Para el apóstol Pablo, la señal de los tres días y las tres noches, es parte fundamental de la doctrina de nuestro Señor Jesucristo, porque si no creemos en el Señor conforme su doctrina, conforme su Palabra, nuestra fe es vana. 1ª. Corintios 15: 3-4 “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Qué Cristo fue muerto por nuestros pecados conforme a las Escrituras. Y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”. Y que pasa si celebramos su resurrección en domingo, que sucede si creemos que el resucitó en domingo aunque no sea conforme a las Escrituras. ¿Afectará eso su fe estimado lector? Usted es libre de creer en el Señor como usted lo prefiera, o de creer a las palabras de su pastor o de su sacerdote aunque no hablen conforme a la Escritura, porque usted tiene libre albedrío, pero la pregunta es: Afectará eso su fé, no importa como crea? Que la Escritura responda, leamos 1ª. Corintios 15:2 “Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano”.

¿ Está claro verdad? Usted tiene la palabra, o cree conforme a la Escritura o cree conforme a las tradiciones de este mundo.


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